martes, 11 de julio de 2017

El móvil de Valeria

La alegría de Valeria
Faustino López
Móvil en suspensión. 90 x 70 x 20 cms. Aprox
Varillas de acero inoxidable, alambre galvanizado, plásticos, botones de Vietnam.

Friedrich Nietzsche crea a finales del siglo XIX una filosofía vitalista que pretende recuperar para la humanidad lo que las autoridades platónicas y cristianas habían puesto en un cielo muy alejado y en una vida que no hacía más que devaluar y despreciar la vida terrenal y sensible.
Decía Nietzsche: “¿Qué es la belleza?... La belleza es una sonrisa de la naturaleza, una sobreabundancia de fuerza y de sentimiento de placer de la existencia ... La meta de la belleza es la seducción a existir”.
Espero que ayude a sonreír.
Alexander Calder, siguiendo de alguna manera la estela de Nietzsche, crea-descubre-inventa en 1930 en París un nuevo género en la escultura, los móviles, la escultura cinética, en movimiento. Por primera vez la escultura se mueve en miles de años de creación artística.
Calder decía: “Cuando todo sale bien, un móvil es una poesía que baila con la alegría de la vida y sus sorpresas”.
Espero que haya salido bien.
Se trata de expresar la alegría de Valeria. Nada mejor para lograr expresarlo que introducir muchos colores, que tanto les gustan a los niños (ellos sí que saben lo que quieren). También el movimiento tiene su gracia.
También le añadimos formas puras como los círculos (que representan estrellas, planetas, burbujas o pompas de jabón -como los mundos sutiles de Antonio Machado-), las Lunas, alguna estrella radiante, unas alas de ángel (o de ángela) para que vuele muy alto, las letras de su nombre y unos botones de Vietnam (que seguramente, además de ser circulares, son algo exótico indicando tal vez la vida inesperada y sorprendente que tendrá Valeria).

El anillo o corona circular es casi una constante, es un anillo de Saturno (sin duda es el planeta más bello de todos los conocidos), una especie de misterio, un signo de perfección.