lunes, 4 de octubre de 2021

"UNIDAD", en Boimouro Art.

 Ayer, 3 de octubre de 2021, se colocó la escultura cinética UNIDAD en Boimouro Art. Boimouro, El Franco, Asturias.

 

Faustino López

Escultura cinética (móvil). 2021.

126 x 95 x 70 cm. Círculos de aluminio, latón y cobre; anillo circular de aluminio, varillas de acero inoxidable y esfera de plástico.

 

La escultura, que estuvo detenida desde su origen y durante milenios, se pone en movimiento en 1930 cuando el escultor norteamericano Alexander Calder la crea, la descubre, la inventa o llega hasta ese nivel que casi nadie sabía que le faltaba, aunque a lo largo de toda la historia muchos escultores expresaron con genialidad esas ansias de movimiento, sobre todo en el período barroco.

Decía Calder que, cuando todo sale bien, un móvil expresa la alegría de la vida y sus sorpresas. Por eso, una vez descubierta la escultura cinética, ya no podemos ni queremos desinventarla y tenemos que tener en cuenta este hallazgo de vitalidad y alegría. Y eso es lo que queremos seguir expresando casi un siglo después, el movimiento, el dinamismo, el alegrismo, el vitalismo… la alegría y la pasión de vivir y de seguir descubriendo y disfrutando.

Una escultura cinética o “móvil” (así las bautizó Marcel Duchamp, amigo de Calder) es una aventura en el espacio, es una invitación a expandirse, a salir o a bajar de los pedestales, a inundar el aire con una sonrisa nueva, a volar con aires de ingravidez, a iniciar un vuelo poético, a llenar el aire de esos espacios que ha creado la mejor arquitectura, a sentir el aire libre como posibilidad y no como vacío.

En este sentido un móvil puede moverse, volar y sobrevolar todos los espacios en los que sea invitado. Y estamos seguros de que siempre proporcionará una sensación de alegre armonía y serenidad.

Nietzsche afirmaba en su Así habló Zaratustra: “Y también a mí, que soy bueno con la vida, me parece que quienes más saben de felicidad son las mariposas y las burbujas de jabón, y todo lo que entre los hombres es de su misma especie”. De esta especie son algunas esculturas móviles.

Antonio Machado decía: “yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón”. Con esa inocencia jugamos, con esa alegría infantil, sin asperezas ni angustias, con el ánimo de hacer un mundo mejor para todos.

Una escultura cinética también es un deseo vital de alegría, por eso el proyecto de Inés y Carlos Marful debe contar con un móvil que juegue con la brisa y el viento con tanta inocencia como las mariposas y las pompas de jabón.

Además va a establecerse debajo de uno de los árboles más frondosos y dignos de admiración de la zona y, si todo  sale bien, iniciará una suave y beneficiosa relación con las hojas, las ramas, la brisa y el viento y acompañará a la naturaleza en sus cambios estacionales.

Seguramente mostrará el fluir incesante de la realidad y la impermanencia de todas las cosas.

También debería mostrar lo que decía Espinosa, que la alegría es la pasión que lleva al alma a una perfección mayor.

Esta obra es heredera de muchos movimientos de las vanguardias de principios del siglo XX, el dadaísmo, el cubismo, el futurismo, el suprematismo, el constructivismo, el surrealismo, la abstracción… Y es fundamentalmente abstracta, lo que no solo es un homenaje y una deuda con Kandinsky y todas las vanguardias que llegan a la abstracción, es la búsqueda de un camino menos transitado que el de la figuración y el realismo.

La obra pretende situarse dentro de lo que el crítico Arthur Danto llama “vanguardias tratables”, las que no pretenden insultar, molestar ni ofender, las que quieren mantenerse dentro del camino de la amabilidad sin alejarse de la “belleza”.

La obra también puede ser interpretada como la representación de dos seres humanos (o de todos los seres humanos) con sus anhelos y articulaciones.

Los discos de aluminio de abajo -cuerpos, piernas, movimientos, posibilidades- están unidos y limitados para que no choquen ni se destruyan por excesos tormentosos.

Arriba, un disco de cobre y otro de latón, unidos por varillas de acero inoxidable, elevan las cabezas hasta el nivel de los sueños que se realizan.

Una espiral con una esfera podría ser el ideal lleno de sueños, propósitos e infinitos que irán realizándose.

Los dos seres están unidos a un anillo circular casi perfecto de aluminio, el proyecto de armonía natural y vital que todos perseguimos.

En conexión y en contacto. diferentes y unidos, con diversos materiales y componentes, conectados y libres, en posiciones distintas y juntos, aliados en la unidad de su propósito.

Los materiales son metálicos con la evidente intención de que resistan las inclemencias climáticas con la mejor presencia y sin que se deterioren ni oxiden demasiado, por eso hay pocas piezas y sus movimientos están tan limitados, ya que han de resistir lluvias, vientos y tormentas sin protección.