martes, 14 de noviembre de 2017

"El vuelo necesario"

“El vuelo necesario”. 2017

Faustino López
Escultura móvil en suspensión.
Varillas de aluminio y de acero inoxidable, láminas de plástico y PVC.

Caminar, saltar, bailar, ascender hacia el aire más elevado… volar.
Como si la vocación de los seres humanos fuese superar las barreras físicas y mentales, y elevarnos por encima de lo anodino y de lo prosaico.

Así es posible que la inteligencia más entrenada y la sensibilidad más exquisita alcancen, mediante una conjunción de atenciones extraordinarias, la magia que reina en el lugar circular (anterior a la nube) en donde se forma la nieve.

Instalado hoy, 14-11-2017 en el patio de habitaciones del Hotel NH Palacio de Ferrera, Avilés.









 

martes, 7 de noviembre de 2017

"El gran deseo zen" cambia de lugar

La escultura móvil "El Gran Deseo Zen" está desde hoy colocada en el espacio de la cafetería del Hotel de Ferrera de Avilés.
En su lugar en pocos días colocaremos otra obra.











Lo primero que hay que indicar es que la escultura móvil de Faustino López está situada en el magnífico y maravilloso palacio del Hotel de Ferrera de Avilés. El espacio arquitectónico es maravilloso y perfecto, se trata del impresionante patio de la cafetería del Hotel.
La obra se titula "El gran deseo Zen"
El título pretende sugerir que seguramente no está a nuestro alcance ascender a lo más alto que los humanos podemos imaginar y que tampoco es fácil que exista una especie de mística materialista que nos facilite la tarea; si fuesen posibles tales prodigios llegaríamos a una sonrisa perfecta, ya que lo máximo que podemos lograr en esta vida es alegría.
Se han utilizado los materiales poco pesados, plásticos y varillas de acero inoxidable, para conseguir una sensación de nube flotante.
La impermanencia, el movimiento, el cambio…
Apenas material, ligero, liviano, casi colibrí, casi ingrávido, el gran deseo -que va desde las formas alargadas a las redondeadas, circulares y esféricas y de éstas a las que tienen un círculo central vacío, coronas o anillos circulares- se va liberando de su peso poco a poco, se hace circular, se vacía por dentro, se eleva hasta el centro del aire y construye su hogar en las alturas, casi vuela.
Para el budismo (y para muchas religiones) el origen del sufrimiento es el deseo. El Gran Deseo Zen sería liberarse del deseo, para eso intenta salirse por encima de esa paradoja; es como si se pudiera evaporar el deseo una vez que se ha ascendido a través de él.

Ya que no vamos a poder liberarnos de nuestras apetencias, al menos podemos celebrar el vuelo de un nuevo deseo en el universo. Y es que en el fondo quisiéramos ser, como decía Nietzsche, verdaderos creadores, es decir, creadores de una fiesta nueva.